Con los griegos que ignoraban olímpicamente el azul a mí me sirve por hoy, pero si necesitas más personajes excéntricos, te presento a Joël Henry, periodista y creador del Laboratorio de Viajes Experimentales:

Dice Wikipedia que, de forma similar al grupo Oulipo, la auto imposición de restricciones arbitrarias al diseñar sus peculiares itinerarios de viaje ha conseguido que Henry enriquezca la (cada vez más vulgar) experiencia del turismo y la convierta en un juego.
Henry nos propone paquetes vacacionales como ir al aeropuerto y echar el día allí, dibujar una linea en un mapa e intentar cubrir el recorrido desviándose lo menos posible de ella o viajar a una ciudad y disfrutar de sus puntos de atención al público (Correos, Ayuntamiento, comisarías, oficinas de empleo…) con la idea de usar el equipamiento del que dispongan (ordenadores, fotocopiadoras, folletos…) y alimentarse en exclusiva de su oferta gastronómica (fuentes de agua, máquinas de snacks y bebidas, cafeterías…).
Otras recomendaciones de este elemento son salir a hacer turismo en serie (visitando solo fábricas de turrón, abadías románicas o bares frecuentados por Hemingway) o acudir al llamado de reclamos icónicos como tantos otros millones de turistas, pero para darles la espalda y hacer una foto mientras se apunta en la dirección equivocada.

Con la tontería, a Jöel le salieron un buen número de posibilidades. Tantas, que escribió un libro con ellas y consiguió que se lo publicara nada menos que Lonely Planet. Está descatalogado, pero aún se puede encontrar de segunda mano (en inglés). En la precaria web del Laboratorio se mantiene una relación con todas las propuestas.
