Carta excéntrica

Un libro: Madre de corazón atómico

No me canso de recomendar la Trilogía de la guerra y, también de Fernández Mallo, me fascina su remake de El hacedor de Jorge Luis Borges, en el que reescribe los textos del original.

Se apropia de ellos, transcribe párrafos enteros, los moldea para darles nuevos sentidos y los amplía con enlaces a otros materiales y a vídeos en YouTube en una intervención artístico-literaria.

Si lo buscas, verás que está descatalogado o a precios imposibles en el mercado de segunda mano. María Kodama, viuda de Borges, obligó a Alfaguara a retirarlo de la circulación alegando el uso sin permiso de fragmentos protegidos por derechos de autor.

(También te digo, mientras acaricio al gato en el sillón y sonrío malvadamente, que sigue circulando por la red en formato digital).

A lo que voy es que, con esos precedentes, no me he podido resistir a Madre de corazón atómico.

Una auto-ficción en la que el Fernández Mallo habla de su padre, un singular veterinario a quien un buen día se le ocurrió la idea de importar en avión decenas de vacas desde Estados Unidos a España.

Cincuenta años más tarde, mientras el padre enfermo pierde irremisiblemente la memoria y la vida, su hijo repite aquel viaje a América, en un intento por reconstruir el pasado y la relación entre ellos.

En el camino surgen, se esfuman y reaparecen otros muchos personajes, objetos (como el disco de Pink Floyd que da título al libro) y pequeñas historias que se entrecruzan en conexiones inesperadas y dan pie a reflexiones sobre la identidad personal, la familia, el tiempo, la realidad o la muerte.