Carta excéntrica

Idealista en el Polo Sur

En 1910, Robert Falcon Scott decidió regresar a la Antártida al frente de una nueva expedición con el objetivo de alcanzar el Polo Sur. Cuando su barco, el RRS Discovery, quedó atrapado por el hielo, se mudaron a una cabaña prefabricada, más calentita y acogedora que el navío. Al año siguiente y desde allí, Scott y sus hombres iniciaron a pie (¡y a caballo!) la marcha en busca del Polo.

Spoiler: el noruego Amundsen llegó antes y la cosa salió regulinchi para los británicos.

La cabaña quedó allí como refugio para otras expediciones posteriores. Sigue en pie, conserva casi todo su interior intacto y puede visitarse virtualmente: