
En poco más de una década, la Bauhaus revolucionó el arte, la arquitectura, la artesanía, la escultura, el diseño… Era su momento, el revulsivo que necesitaba Alemania para olvidar la debacle de la Gran Guerra, el aparato intelectual donde basar los tiempos nuevos que anhelaba la república de Weimar, el ejemplo de una apuesta por la convivencia, por la transformación social, por la desaparición de las desigualdades.
Weimar acabó asfixiada económicamente, rota por los bandazos políticos y cercada por el ascenso del nazismo. La Bauhaus recorrió el mismo camino, perseguida primero por dificultades financieras, luego por la llegada del Tercer Reich y finalmente clausurada en 1933.

Tras sus primeros cuatro años de vida, en 1923 una gran exposición mostró el músculo de esa escuela que aunaba lo artístico y lo técnico, lo creativo y lo industrial. Para promocionarla se publicó un set de postales diseñadas por los pesos pesados de la institución: Walter Gropius, Vasily Kandinsky , Paul Klee, László Moholy-Nagy, Oskar Schlemmer… Y aquí tienes algunas de ellas:





