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Comité con mesa y mantel, porque comer es más que alimentarse y los beneficios de compartir comida y sobremesa nos ocupan hoy. El que nos cueste tanto comer solos es, aunque no lo parezca, un recurso evolutivo. Somos una especie que organiza su vida alrededor de estos encuentros y quizás porque nuestro modo de obtener la comida nos predispone a estos encuentros.
Quien ofrece comida y quien la recibe obtienen un placer que libera hormonas y refuerza vínculos. algo que se observa en los humanos desde la infancia. De esi trata nuestro libro recomendado, «Cenando con Darwin», de Jonathan Silvertown.
Las charlas de sobremesa acaban llevándote a sitios insospechados y a nosotros nos lleva a Etiopía, donde la familia real acabó siendo un referente religioso para los afroamericanos de… Jamaica. Recorreremos ese camino que comunica a la monarquía africana con la música (y la familia) de Bob Marley.
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