Carta excéntrica

El misterioso ajedrez de Lewis

El conjunto más antiguo de piezas de ajedrez jamás encontrado es el hallado en 1831 en la isla de Lewis, en la costa noroccidental de Escocia. Son 78 piezas y catorce tableros que, según quién lo cuente, aparecieron en una cámara de piedra seca cerca de un monasterio o enterradas en un banco de arena en la playa.

¿Cómo llegaron allí? La leyenda que recoge Wikipedia se remonta al siglo XVIII y habla de un barco que buscó refugio en la isla durante una tormenta:

“Mientras la tripulación se distraía, un niño prisionero había huido del barco y nadó hasta la orilla, llevando consigo las valiosas piezas de ajedrez. Pero, al llegar a la playa, fue acosado por un pastor ávido de saber lo que estaba escondido en la bolsa que llevaba.

En la lucha que prosiguió, el muchacho terminó muerto y fue enterrado por el hombre. Cuando se enfrentó con el contenido de la bolsa, el pastor temió que las piezas pudiesen servir como pruebas en su contra y, entonces, decidió enterrarlas en las arenas de Uig”.

Su origen tampoco está claro, aunque los trebejos están datados en el siglo XII y, a tenor de detalles de estilo como el peculiar gesto de la reina con una mano en la cara, las mitras de los obispos-alfiles o el modo en que muerden sus escudo los guerreros que representan las torres, podrían ser obra de algún artesano noruego o islandés.

Hechas de marfil de morsa, salvo dos figuras talladas en dientes de cachalote, la mayor parte de las piezas acabaron en poder de ese gran agujero negro de masa infinita que es el Museo Británico. Solo seis se guardan en el castillo de Lews y otras once se exhiben en el Museo Nacional de Escocia.

Aunque no despierten tanta pasión como la oveja Dolly, la estrella de este museo, son muy populares entre los visitantes por su peculiar estética y su valor artístico e histórico.

Bueno, y un poco también porque su diseño inspiró el ajedrez mágico que aparece en la película Harry Potter y la piedra filosofal. 😅