La ouija, esos tableros con letras con los que -supuestamente- puedes entrar en contacto con el más allá, tiene su origen en antiguos sistema árabes y chinos de adivinación.
Pero no fue hasta finales del siglo XIX cuando empezó a popularizarse gracias a que en 1891 unos avispados emprendedores estadounidenses decidieron patentarlo y comenzaron a vender ouijas por un dólar y medio.

El furor espiritista de la época hizo el resto y la compra de la patente por una gran empresa juguetera, Parker Brothers, le dio un nuevo impulso en la década de los 60.
La mayor parte de las imágenes provienen del archivo de la Sociedad Histórica de los Tableros Parlantes, porque hay gente para todo.


