Carta excéntrica

Bestiario del Antropoceno

Bestiario del antropoceno
Nicolas Nova & disnovation.org

Un volumen de páginas negras y tipografía en color plata para explorar de forma gráfica la aparición de especies que medran en una era marcada por la presencia humana en la Tierra. O, en sus propias palabras, “un atlas ilustrado de criaturas híbridas de nuestro tiempo inspirado en los bestiarios medievales”. Y con el mismo espíritu, mezcla de asombro y ansias de conocimiento.

“…el bestiario actual comparte un objetivo común con sus antecedentes medievales: trata de establecer orden en un entorno dañado y sus -en mayor o menor medida- nuevos seres. Entorno y criaturas que ahora debemos clasificar -y, por tanto, renombrar-, tal y como lo hizo Adán en la apertura de las enciclopedias medievales”.

A semejanza de aquellos primeros intentos, este también es un listado de animales, vegetales y minerales, pero exclusivamente propios de nuestros días. Nos cuenta, por ejemplo, cómo en el futuro podrían datarse los estratos del suelo correspondientes al siglo XXI fijándose en la ingente y hasta ahora nunca similar cantidad de huesos de pollo en la basura.

También podrán hacerlo midiendo otros indicadores, como la presencia de fordita, una piedra formada a partir de los restos de las finas capas de colores que quedan como escoria en las cabinas de pintura de las fábricas de automóviles y que se utiliza en joyería.

La fordita sería un ejemplo de los nuevos minerales solo presentes en el antropoceno, al que pueden sumarse los plastiglomerados (a base de rocas mezcladas con residuos plásticos) y la trinitita o vidrio de Alamogordo, generada por la arena vitrificada en las pruebas nucleares.

En las taxonomías de otros reinos, figuran los cangrejos ermitaños que buscan casa en desechos humanos como los casquillos de bombillas, la robotización de libélulas con microchips o los nuevos tipos de hongos especializados en alimentarse y prosperar en los suelos radiactivos de Chernobyl.

En las páginas del bestiario aparecen también palomas equipadas con una mochila capaz de registrar datos sobre la contaminación ambiental de áreas urbanas y enviarlos en tiempo real. La idea original nace de un proyecto, entre el arte y el activismo, de la alemana Beatriz da Costa.

Muestra cómo la tecnología puede ayudar a recabar datos precisos sobre el estado de la atmósfera. La iniciativa recibe un nuevo impulso estos días, con la reapertura de la página web PigeonBlog, donde se mapean las mediciones recopiladas por las palomas en sus paseos por Los Ángeles.