Carta excéntrica

La poesía destruye al hombre. Homenaje a Panero

A los veinte años de su publicación original, Bunbury, Carlos Ann, Bruno Galindo y J.M. Ponce rescatan, amplían con cuatro nuevos temas y reeditan un doble vinilo en el que se musican poemas de Leopoldo María Panero.

La poesía destruye al hombre se titula la cosa. Mezcla música electrónica y eso que denominan spoken word en lugar de recitativo. Vale, admitiremos pulpo por aquello de que no me llames rancio.

La reedición es un buen momento para revisitar un cortometraje, también grabado en aquel tiempo, y cuyo título no engaña: Un día con Leopoldo María Panero.

Con permiso del centro psiquiátrico donde ingresó a petición propia, Panero pasea por las calles de Las Palmas de Gran Canaria acompañado de Bunbury y Ann.

Mientras consume sin pausa cigarrillos y refrescos, el poeta maldito recuerda a su hermano Michi, lamenta que España no le proponga para el premio Nobel preguntándose qué tiene Delibes que no tenga él -una escopeta, réplica Bunbury-, recita a Pessoa en portugués y, en un descuido, le mete mano a Carlos Ann.

Junto a los músicos, visita librerías donde se surte de poemarios de Bukowski o Kaváfis, se ríe a costa de Pere Gimferrer, rememora a borbotones versos propios y señala a los cuerdos que “el loco yerra pero no miente”.

Ya de regreso al sanatorio, al caer la noche y tras la despedida, se vuelve un momento hacia la reja para asomarse y rematar la faena mirando a cámara: “Sois vosotros los que estáis en la cárcel; yo no”.